
Gracias a Dios por permitirnos eternizar la risa inocente del niño de la calle, por el atardecer, por el amanecer, por el sol que nos calienta, por la lluvia que cae, por las nubes sobre el cielo azul de verano, por el anciano que pasea en el parque, por el campesino que traba ja la tierra, en fin por cada detalles de nuestras vidas que podemos fotografiar।
Gracias Dios por darnos el privilegio de poder arrancar una sonrisa a quienes ven nuestras imagenes, porque en cada una de ellas hay un poco de nosotros.


1 comentario:
Definitivamente sin palabras es usted un duro en su campo...
...lo felicito y le deseo que coseche muchos exitos mas.
De una persona que lo quiere mucho.
Angie C.
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